sábado, 13 de septiembre de 2008

diez consejos para los críticos de mi patria

1- No escuchen las delirantes teorías conspirativas de los jóvenes narradores de mi patria.

2- Lean los libros de Anagrama antes de comentarlos.

3- Exijan a sus editores que les reduzcan los caracteres y les suban el sueldo.

4- Renueven su licencia de opinólogos y reclamen su asiento en los programas de farándula.

5- Mediten bien antes de convertirse en narradores de mi patria. El maestro-niño como siempre les marcó el camino.

6- Pidan al Estado el montepío que les corresponde por la temprana muerte del gran maestro y una pensión que les garantice una vejez tranquila, acorde con la heroica misión que les encomendó la patria.

7- Para mandar recados utilicen el Messenger. Es más rápido.

8- Incorpórense a la cruzada de Mario Waissbluth y, a parte de vestir una prenda verde, ejerzan como profesores de castellano hasta el 2020.

9- Compilen sus mejores críticas y postulen a algún fondo de fomento al libro y la lectura.

10- Sigan resistiendo ante la mediocridad del autor chileno. De todos modos, ubiquen desde ya la salida de emergencia

12 comentarios:

Dr. Chapatín dijo...

yo, señorita, de a poco me convierto en tortuga.
suyo,

Leyla dijo...

No soporto las cuecas. Ni las banderitas ni a la gente "endieciochada". O sea que mi salida de emergencia sería ir a una fonda?

Marcelo Munch dijo...

Perdone mi indiscreción Dr., pero por ahora me incomoda tanto algodón y postura de buena crianza para los señores críticos.
construcción es el asunto
algo que te entregue algo, no que sentencie ni destace,
estamos en el mismo cuento
la mediocridad del autor chileno no sólo afecta a los autores,
perdone mi indiscreción

Saludos y resuyo,

Dr. Chapatín dijo...

Quizás le convenga, señorita sub-urbana, escaparse a Coyoacán. Acá el tricolor es otro.
Suyo,

Dr. Chapatín dijo...

No tengo nada que perdonarle, señor munch. la buena crianza es producto, en mi caso, de aguirre cerda. y si habla de algodones pienso de inmediato -asociación libre- en heridas y en metapío, como se le decía a la povidona yodada en mi época.
o sea, señor munch, gobernar es curar las heridas.
esa es la síntesis de los humildes consejos que ofrezco a los críticos de mi patria.
suyo,

Dr. Chapatín dijo...

Es usted una diosa, señorita apablaza, no cabe dudas.
suyo,

Leyla dijo...

Ahora tengo a dos espiándome?

Gonzalo dijo...

Dr.:

¿Qué tiene en contra de las teorías conspirativas de los autores de su patria? Creo que, si bien no es demasiado feliz elaborarlas, sí tiene una gran correspondencia con Philip K. Dick y la invención de las obsesiones como fundamento del sci fi. Es decir que apelan al espíritu libertario de los autores, no así al anal. Aunque quizás estemos hablando de teorías distintas: Usted de la desconfianza enajenada hacia los seres queridos, y yo de la filosofía que los une.

¿Incluye Usted su primer nombre y sus dos apellidos en su gmail? Tómese el gusto de no responder esta pregunta.

Suyo,

Dr. Chapatín dijo...

Pero cómo no voy a amar, estimado gonzalo, el alma cyberpunk que sobrevive, a pesar de todo, en algunos pocos narradores y narradoras jóvenes de mi patria. Si no le temiera tanto a la solemnidad de los viejos, diría incluso que es lo único que me mantiene vivo. No confunda entonces los consejos a los sensatos críticos de mi patria con la camiseta blanca y agujereada que aún mantengo colgada del pequeño mástil de mi casa, acá en Coyoacán. Otra forma de mantener el espíritu anal en alto, dirá usted.
Su última pregunta, en cambio, me confunde. Sabrá que a estas alturas la única forma de comunicarme con los otros que conservo es el ocultismo y el blogspot.
Suyo,

Leyla dijo...

Me encanta irme.
Y el messenger me pone idiota.

V dijo...

11.- No haga caso jamás de los consejos de un escritor retirado. (si se me permite el apelativo)

Dr. Chapatín dijo...

Muy bien dicho, señorita V. Agregaría, eso sí, un breve acápite: tampoco de uno activo.
Suyo,